Infancia soviet en el centro de Chisinau

Para todos aquellos que crecimos en los años 90 y nos dejábamos la propina en las salas de máquinas entre el tetris, el streetfighter y el futbolín, es un auténtico regalo pasar una tarde en el Luna Park de Chisinau. El parque de atracciones nos recibe con su noria, idéntica a la que luce descolorida y llena de radiación en Pripyat y desde la que por menos de un euro se puede divisar toda la ciudad y volver a realizar de nuevo un viaje al pasado. Sin embargo, la sala de máquinas recreativas es la verdadera joya del recinto, un auténtico museo de época soviética que en nada tiene que envidiar al museo de la misma temática de Moscú.

Nada de lo que teníamos al entrar en aquella sala nos servía, nos hubiera hecho falta un pantalón de pana y una gorra estilo Lenin, con  tirantes y una chaqueta a juego...las monedas las tuvimos que cambiar también por kopecs para poder jugar. Futbolines, juegos de coche en holograma, arcaicos juegos de formas antecesores del tetris, maquinas de disparo al blanco con escopeta...hasta llegar al mítico Morskoi Boi, el simulador de batalla con un periscopio de un submarino de guerra, mitad mecánico mitad arcade y que supuestamente estaba en los submarinos del ejército soviético, como forma de entretenimiento en sus largas travesias.

Saharna, un salto de agua en el tiempo

Un entorno formidable entre colinas repletas de vegetación, dos monasterios ortodoxos, una piscina milagrosa y exorcismos todos los jueves. De forma muy resumida esto es lo que puede ofrecer Saharna.

Despúes de la primera visita al entorno natural de esta zona de Moldavia y el complejo del monasterio recibiendo al visitante con una entrada digna de Disney Land, animales de granja bien cuidados, tienda de souvenirs...nunca me pude imaginar lo que viviría una noche de jueves de un mes de Febrero.

Las excursiones a este centro religioso suelen estar organizadas por compañías que te recogen en microbus en el centro de la ciudad y te traen de vuelta pasada toda la liturgia del exorcismo. Absolutamente todo lo concerniente a este evento esta mercantilizado...en el bus se reparten pequeñas hojas de papel, en las que se pueden hacer peticiones para los rituales que se van a realizar, a 10 leis cada petición y con la peculiaridad que sólo los ortodoxos pueden hacerlo. Dormir en el albergue de los monjes, esta vez sin distinción religiosa, otros 10 leis. La última anécdota que escuche fue la de que unos niños se dedicaban a pedir un poco de dinero por enseñar la habitación del espíritu de un monje fallecido y que según ellos, aún deambula por las habitaciones del monasterio.

Entrada la medianoche y durante unas cuatro horas se realiza el exorcismo colectivo, en una basílica llena a reventar. La comunidad de monjes ortodoxos comienzan la celebración de ritual con unos cánticos que pueden durar entre 15 y 20 minutos, entre los cuales leen su liturgia y realizan pausas.

Nada más comenzar con esta liturgia, las primeras personas, en este caso mujeres comienzan a dar síntomas de poseer el "maligno" en su interior, insultando e intentando agredir a otros participantes en el evento. Al aparecer la primera persona "endemoniada", no tardaron en proliferar otras tres, también mujeres. Los monjes se apresuraban en intentar "purificar" esas almas con hojas de laurel y agua bendita mientras pronuncian sus oraciones y mientras curiosamente eran sujetadas por al menos 5 hombres cada una.

La ceremonia continúa con la misma operación de regar con agua bendita extendiéndose a todos los presentes, mientras se siguen escuchando gritos y alaridos de las personas que aún siguen luchando con el maligno en su interior.

Una vez finalizada esta parte del exorcismo, sólo los hombres se quedan en el interior de la basílica para ser analizados por uno de los monjes, cruz en mano. Era interesante observar como antes de recibir el bendito chequeo, cada persona, intentando hacer una cola imposible en medio del tumulto de hombres, daba al monje dinero antes del procedimiento. Pero más intrigante era ver la proporción de hombres que tenían que ser sujetados y exorcizados antes la presencia del maligno, aproximadamente uno de cada cuatro.


Un salto en el tiempo desde el salto de agua de Saharna, por las brujas y los brujos en busca de exorcismos


Galeria flickr Alfonso García

Circo de Chisinau, la última función

Uno de los edificios que en su día fue emblema de la ciudad, descansa como un sarcófago en ruinas en el boulevard Grigore Vieru de la capital moldava. Desde 1981, albergó todo tipo de espectáculos circenses; trapecistas, leones, osos, malabaristas, payasos...tantas risas e ilusiones contenidas en este recinto, que hicieron romper los ventanales del lateral por donde me colé a ver el último espectáculo, esta vez con los focos bajados y todavía con los ecos que se escucharon el año de su cierre en 2004.


Galería flickr Alfonso García

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Volveré pronto

A menudo una conversación durante un café con emigrantes, con locales y con trabajadores que retornan de forma fugaz, te descubren la realidad que está debajo de todas las miradas que no sonríen. Sólo es la capa debajo de un barniz que intenta tapar la cruda realidad.
Besarabia, la tierra que siempre ha sido objeto de tantas civilizaciones, siempre sumergida en conflictos geopolíticos, estratégicos, de recursos, militares, que hasta la fecha de hoy siguen retumbando en cada una de sus cicatrices entre el Prut y el Nister.

Cualquier nueva esperanza de progreso será recalcada de imperialista y de interesada, hasta que todas y cada una de las historias que se cuentan en este documental se salden de la única manera que puede ser, el futuro en la tierra en la que uno nace y en la que todos deberían tener derecho a vivir de forma digna.

https://m.youtube.com/watch?v=pNLoOJoCnQ0

Primeras impresiones

Los moldavos se sienten orgullosos de Chisinau y la consideran la capital más verde de Europa, no obstante, podría decirse que es una ciudad instalada dentro de un bosque, que intenta reconquistar su espacio. Los árboles dan sombra en las orillas de los lagos, entrelazan sus ramas sobre los juegos de los niños en los barrios y levantan las aceras con sus raíces.

Lago Valea Morilor

Moldavia es bilingue y hablan indistintamente Rumano y Ruso. El rumano como lengua latina tiene muchas semejanzas con el resto de idiomas del mismo grupo, aún si saber rumano, se pueden utilizar palabras en castellano, italiano y portugués que pueden servir para hacerse entender en comercios o para preguntar por direcciones.

Agencia de viajes

La agricultura es el motor económico del país. En Moldavia se produce buen vino y cuentan con Milestii Mici, las bodegas de vino más grandes de Europa, más de 200km de longitud.

El paisaje agrícola de girasoles y de árboles frutales se contempla viajando a través del país, y paseando por las calles de Chisinau, en las que decenas de puestos de fruta y verdura se reparten por diferentes puntos de la ciudad.

graffiti en un barrio de Chisinau